Licenciatura en Psicología
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Browsing Licenciatura en Psicología by Author "Barrionuevo, Susana"
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- ItemEl rol del psicólogo en casos de violencia de género y la influencia de las representaciones sociales en los profesionales que asisten a las víctimas.(Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino, 2018) Silva, María Virginia; Barrionuevo, SusanaEste TIF se aborda desde las prácticas realizadas en el área jurídica que fueron llevadas a cabo en el Centro de Atención y Orientación en Violencia Familiar. El tema elegido es el rol del psicólogo en casos de violencia de género y la influencia de las representaciones sociales de género en los profesionales que asisten a las víctimas. La elección de la temática a trabajar estuvo sostenida por la importancia que requiere la problemática de violencia de género actualmente en nuestra sociedad. Problemática que en los últimos años ha cobrado especial relevancia por la asiduidad de la misma y la brutalidad que representa, teniendo graves consecuencias tanto para las víctimas directas, llegando a poner en juego sus vidas en casos extremos, como para las víctimas indirectas, como ser los hijos de las mujeres maltratadas, y los daños que causan las situaciones de violencia sufrida a diario en el ámbito familiar. Es necesario, como profesionales de la salud interrogarse cuál debe ser la postura ante la violencia de género, cómo se debe actuar cuando se tiene en frente a una víctima que denuncia violencia y cómo intervienen las representaciones sociales de género en el rol de asistentes y contenedores de las víctimas. Teniendo en cuenta que la violencia de género es un fenómeno que debe ser abordado desde la interdisciplinariedad por la complejidad del mismo y por los múltiples factores que involucra, no se debe perder de vista el rol del psicólogo dentro del equipo interdisciplinario, conociendo hasta donde llega nuestra competencia y cuáles son los límites profesionales. Si bien en el Centro de Atención y Orientación en Violencia Familiar se recibe a toda persona que presente algún problema o situación conflictiva con alguien de su familia, este trabajo se centra específicamente en la violencia hacia las mujeres, ejercida por sus parejas, actuales o pasadas, siendo dichos casos los que más se reiteran en la institución. El trabajo integrador final intenta transmitir una lectura dinámica a los lectores, articulando material teórico con la experiencia adquirida en las prácticas profesionales supervisadas. Así mismo se finalizará con propuestas de trabajo posible para la institución donde fueron realizadas las prácticas.
- ItemEl rol y las intervenciones del psicólogo forense en el abordaje interdisciplinar del abuso sexual infantil.(Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino, 2018) Albarracín, Maximiliano Matías; Barrionuevo, SusanaEste proyecto de investigación pretende exponer y describir el rol que cumple el psicólogo en el ámbito de la psicología forense, en relación a los casos de abuso sexual infantil. Fue realizado tomando como base la experiencia obtenida en el marco de las prácticas profesionales supervisadas en la carrera de Licenciatura en Psicología de la Facultad de Ciencias de la Salud, de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino en el año 2016. Fueron llevadas a cabo en el edificio palacio de tribunales emplazado en San Miguel de Tucumán (centro judicial capital). En su interior se tomó contacto con el Gabinete Psicosocial. Este es un cuerpo auxiliar que depende de la corte suprema de justicia, integrado por psicólogos y trabajadores sociales que se desempeñan como auxiliares de la misma. Cumplen la función de peritos, debiendo aportar elementos propios de su disciplina para coadyuvar a una mejor comprensión de las situaciones que se plantean a las autoridades jurisdiccionales. En mayor o menor medida los maltratos a la infancia son una constante histórica que se produce en todas las culturas, en todas las sociedades y en cualquier estrato social. constituyéndose como un problema universal y complejo, resultante de una interacción de factores individuales, familiares, sociales y culturales. Sobre esta compleja problemática se entrecruzan diferentes discursividades, siendo el discurso jurídico el que cobra mayor relieve dentro de los abordajes existentes, a la par del discurso psicológico que da cuenta de los aspectos subjetivos presentes (Bettina Calvi, 2004). El abuso sexual infantil (ASI) se presenta como una de las peores formas de Violencia contra la niñez y adolescencia; sin embargo, a pesar de que constituye un problema creciente en nuestra sociedad y en el mundo, la mayoría de los casos no son Detectados ni denunciados. (Virginia Berlinerblau, 2017) Un Estudio Global elaborado por el fondo de las naciones unidas para la infancia (UNICEF) en el año 2014 estima que 1 de cada 10 niñas sufrieron abuso sexual en su infancia. En el mismo sentido un informe de septiembre de 2016 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) expone que 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 varones han declarado haber sufrido abusos Sexuales durante su infancia. Los datos mencionados dan cuenta de que esta problemática afecta fuertemente a la niñez y la adolescencia en todo el mundo, la cual plantea desafíos teóricos y prácticos tanto a las instituciones de salud como a otras entidades y a la sociedad en su conjunto. Este fenómeno provoca importantes y perdurables efectos sociales, físicos y psicológicos, tanto a corto como a largo plazo. A diferencia del maltrato físico donde el diagnóstico depende de la posibilidad de ver las lesiones y de la negligencia adulta hacia el bienestar infantil, que se diagnostica al ver niños privados de los cuidados parentales básicos, la detección del niño que fue o está siendo víctima de abuso sexual depende de poder escucharlo para saber qué pasó. La importancia de escuchar al niño cuando toma la palabra está en que su relato en muchas ocasiones, es la única evidencia del abuso cometido en su contra. A pesar de ser una de las formas más tremendas de violencia hacia la infancia, los chicos tienen miedo de hablar porque son niños, porque se los juzga, por temor a las represalias, porque sienten culpa y vergüenza. En palabras de la Doctora Irene Intebi, psiquiatra infanto-juvenil y psicóloga “Es posible comparar sus efectos al de un balazo en el aparato psíquico: produce heridas de tal magnitud en el tejido emocional, que hacen muy difícil predecir cómo cicatrizará el psiquismo y cuáles serán las secuelas”. Por todo lo antes mencionado, se hace evidente la importancia de intervenir profesionalmente este fenómeno. Abordar una situación de malos tratos o de abusos en un menor es una tarea compleja, difícil y larga, el cual requiere de un abordaje integral y articulado, que permita trabajar esta grave problemática desde lo social, legal, lo psicológico, médico y lo contextual para prevenir o en su defecto, asistir a las pequeñas víctimas.
- ItemEl Rol y las Intervenciones del Psicólogo forense, en el abordaje interdisciplinar del abuso sexual infantil(Universidad del Norte Santo Tomas de Aquino, 2018) Albarracín, Maximiliano Matías; Barrionuevo, SusanaEste proyecto de investigación se presenta como un trabajo integrador final (TIF), requisito obligatorio para completar la formación de grado de la carrera. El mismo pretende exponer y describir el rol que cumple el psicólogo en el ámbito de la psicología forense, en relación a los casos de abuso sexual infantil. Fue realizado tomando como base la experiencia obtenida en el marco de las prácticas profesionales supervisadas en la carrera de Licenciatura en Psicología de la Facultad de Ciencias de la Salud, de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino en el año 2016. Fueron llevadas a cabo en el edificio palacio de tribunales emplazado en San Miguel de Tucumán (centro judicial capital). En su interior se tomó contacto con el Gabinete Psicosocial. Este es un cuerpo auxiliar que depende de la corte suprema de justicia, integrado por psicólogos y trabajadores sociales que se desempeñan como auxiliares de la misma. Cumplen la función de peritos, debiendo aportar elementos propios de su disciplina para coadyuvar a una mejor comprensión de las situaciones que se plantean a las autoridades jurisdiccionales. En mayor o menor medida los maltratos a la infancia son una constante histórica que se produce en todas las culturas, en todas las sociedades y en cualquier estrato social. constituyéndose como un problema universal y complejo, resultante de una interacción de factores individuales, familiares, sociales y culturales. Sobre esta compleja problemática se entrecruzan diferentes discursividades, siendo el discurso jurídico el que cobra mayor relieve dentro de los abordajes existentes, a la par del discurso psicológico que da cuenta de los aspectos subjetivos presentes (Bettina Calvi, 2004). El abuso sexual infantil (ASI) se presenta como una de las peores formas de Violencia contra la niñez y adolescencia; sin embargo, a pesar de que constituye un problema creciente en nuestra sociedad y en el mundo, la mayoría de los casos no son Detectados ni denunciados. (Virginia Berlinerblau, 2017) Un Estudio Global elaborado por el fondo de las naciones unidas para la infancia (UNICEF) en el año 2014 estima que 1 de cada 10 niñas sufrieron 8 abuso sexual en su infancia. En el mismo sentido un informe de septiembre de 2016 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) expone que 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 varones han declarado haber sufrido abusos Sexuales durante su infancia. Los datos mencionados dan cuenta de que esta problemática afecta fuertemente a la niñez y la adolescencia en todo el mundo, la cual plantea desafíos teóricos y prácticos tanto a las instituciones de salud como a otras entidades y a la sociedad en su conjunto. Este fenómeno provoca importantes y perdurables efectos sociales, físicos y psicológicos, tanto a corto como a largo plazo. A diferencia del maltrato físico donde el diagnóstico depende de la posibilidad de ver las lesiones y de la negligencia adulta hacia el bienestar infantil, que se diagnostica al ver niños privados de los cuidados parentales básicos, la detección del niño que fue o está siendo víctima de abuso sexual depende de poder escucharlo para saber qué pasó. La importancia de escuchar al niño cuando toma la palabra está en que su relato en muchas ocasiones, es la única evidencia del abuso cometido en su contra. A pesar de ser una de las formas más tremendas de violencia hacia la infancia, los chicos tienen miedo de hablar porque son niños, porque se los juzga, por temor a las represalias, porque sienten culpa y vergüenza. En palabras de la Doctora Irene Intebi, psiquiatra infanto-juvenil y psicóloga “Es posible comparar sus efectos al de un balazo en el aparato psíquico: produce heridas de tal magnitud en el tejido emocional, que hacen muy difícil predecir cómo cicatrizará el psiquismo y cuáles serán las secuelas”. Por todo lo antes mencionado, se hace evidente la importancia de intervenir profesionalmente este fenómeno. Abordar una situación de malos tratos o de abusos en un menor es una tarea compleja, difícil y larga, el cual requiere de un abordaje integral y articulado, que permita trabajar esta grave problemática desde lo social, legal, lo psicológico, médico y lo contextual para prevenir o en su defecto, asistir a las pequeñas víctimas. Por último, me parece pertinente aclarar que, a lo largo del presente trabajo, se hará mención a las siglas “NNyA”, con el propósito específico de referirnos a “niños, niñas y adolescentes”.
- ItemIncidencia del síndrome de Burnout en psicólogos del ámbito jurídico-forense de San Miguel de Tucumán.(Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino, 2018) Guindo, María Elisa; Barrionuevo, SusanaEl presente trabajo surge a partir de las prácticas profesionales supervisadas llevadas a cabo en al área jurídica. A partir del discurso de los diferentes actores con los que tuve la oportunidad de compartir en la prácticas (tanto las actividades realizadas en el Gabinete Psicosocial como en el CEPS), visualicé el “rol real” y a su vez, los desafíos a los cuales se enfrentan en el ejercicio profesional los psicólogos: el entrecruzamiento con el campo del Derecho (a partir del contacto con otros profesionales derivados de esa área), el incremento de casos que arriban a las oficinas de tribunales, los diversos fenómenos que tienen lugar en nuestra sociedad, entre otras situaciones a desarrollar posteriormente. Otro factor a tener en cuenta son los conflictos que pueden surgir entre los intereses de la institución y el de las personas que cumplen con su trabajo, ya que esto muchas veces, suele suponer dilemas personales que sobrecargan y desgastan al psicólogo. Lo anteriormente expuesto me llevó a pensar cómo todos estos hechos pueden impactar en la subjetividad del psicólogo al ejercer su rol, y que estas situaciones que surgen a partir del accionar profesional, pueden afectarlo manifestándose en lo que se conoce como “síndrome de burnout”; y, a su vez, cómo los psicólogos siendo aquellos actores que brindan salud y buscan el bienestar de la persona, pueden también estar expuestos a riesgos, ya que pueden repercutir en su vida no solo profesional sino también personal. Harrsh (citado en Benevides et al., 2002) explican que en todos estos años, han sido mucho los colectivos de profesionales estudiados (maestros, médicos, enfermeros, etc.) pero son pocos todavía los trabajos que se refieren a los psicólogos. La mayoría de los trabajos realizados con psicólogos, estudian casi exclusivamente a los psicólogos clínicos y psicólogos docentes. Freudeberger, Maslach y Jackson, son considerados pioneros por teorizar acerca de este síndrome, pero resulta igualmente relevante lo referido por Almada (2012) acerca de este fenómeno (procedente del enfoque de la logoterapia); donde buscando brindar una visión integrada, puntualiza que en la conceptualización teórica de burnout se descuidaron los aspectos relacionales, es decir, la interacción de reciprocidad que existe en los grupos de trabajo: entre quien ayuda y quién es ayudado. En este trabajo de investigación se buscará exponer específicamente lo referido a la función pericial desarrollada por los psicólogos en el ámbito forense y ver si los que trabajan en esta área padecen del “síndrome de burnout”, de “la cabeza quemada” o “desaliento profesional”.
- ItemJóvenes en conflicto con la ley: una mirada desde la psicología jurídica(Universidad del Norte Santo Tomas de Aquino, 2015) Fantoni, Gabriela Alfonsina; Barrionuevo, SusanaLa delincuencia es un concepto que procede del latín delinquentĭa y que permite nombrar a la acción de delinquir o la cualidad de delincuente. Delinquir es cometer un delito; es decir, violar la ley. El concepto de delincuencia, por lo tanto, hace referencia al conjunto de los delitos o a las personas que quebrantan la ley. (Herrero, 2005). Juvenil, por su parte, es aquello perteneciente o relativo a la juventud. El término señala la edad situada entre la infancia y la adultez, un periodo comprendido, entre los 14 y 20 años aproximadamente. (Varela, 1997). Estas dos definiciones nos permiten acercarnos a la noción de delincuencia juvenil, vinculada a los delitos cometidos por los jóvenes. Se trata de las conductas contrarias al derecho a las que, por lo tanto, les corresponde un castigo de acuerdo a lo estipulado por la ley. Es importante establecer que hay una serie de factores que pueden propiciar que unos menores y no otros caigan en el ámbito de la delincuencia juvenil. Entre los más significativos se encuentran el vivir en un entorno conflictivo donde la delincuencia es algo muy habitual, abusar del alcohol y de las drogas, tener amistades metidas en esos ámbitos, trastornos de conducta, tener depresiones fuertes, entre otras.
- ItemTaller: Familia como agente de prevención de violencia juvenil.(Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino, 2018) Landa, Santiago; Barrionuevo, Susana; Sabeh, ElianaEste trabajo está motivado por la movilización que produjeron en mi persona las Prácticas Profesionales Supervisadas de la Carrera de Psicología, en el área de la Psicología Jurídica-Forense, que tuvieron lugar en el Gabinete Psicosocial de Tribunales de Tucumán. Esta área del Poder Judicial aborda hechos violentos que son derivados por la orden de un juez para realizar un peritaje. Generalmente lo que se les demanda a los psicólogos es la evaluación psicológica. Concretamente mi práctica consistió en una serie de encuentros con psicólogos que ejercen su labor profesional en el Gabinete como auxiliares de la justicia. Los encuentros fueron especialmente de carácter formativo, pero también tuvo riqueza a nivel personal por la experiencia compartida con los profesionales que intervienen en las distintas causas judiciales. Además de estos encuentros en el Gabinete, la práctica se complementó con ateneos en el Colegio de Psicólogos de Tucumán donde se exponían casos que llegan al consultorio gratuito de la Oficina de la Mujer. La función del psicólogo en esta oficina es acotada: debe redefinir, reordenar la consulta jurídica. En la actualidad es común estar en contacto con algún hecho violento. Basta con leer un diario, escuchar la radio, o simplemente salir a la calle para ver que la violencia está a la orden del día. Muchas son las formas en que la violencia se expresa en la actualidad: abusos sexuales, crímenes, bullying, linchamientos o violencia de género entre otras tantas formas de maltrato. Debido a la cantidad de hechos violentos y consultas jurídicas que llegan al Gabinete, los psicólogos deben actuar ante la emergencia y ser una especie de “bomberos que apaguen el fuego”. Pareciera que no hay tiempo para la prevención. Frente a esta situación es oportuno preguntarnos: ¿Cómo podemos prevenir la violencia? ¿Cómo podemos los psicólogos ser agentes de cambios sociales? El abordaje que se propone desde el Gabinete Psicosocial es interdisciplinario. Se trabaja en conjunto con asistentes sociales, abogados y policías para poder abordar la complejidad que caracteriza a estas situaciones En este contexto de interdisciplinariedad, si bien la función del psicólogo forense no es en esencia la promoción y la prevención, por tener una intervención acotada en tiempo y donde no hay implicancia subjetiva por parte de los actores (que generalmente vienen enviado por pedido de un juez), es el psicólogo forense quién a través de la escucha y de la palabra puede remitirlos al mundo simbólico y hacia una posición autoimplicativa; así el profesional podrá ser agente de cambio y de salud. Cabe aclarar que este trabajo también busca responder a problemáticas que fueron apareciendo en otras prácticas profesionales como las de Psicología Social y las de Psicología Clínica. El tema de la violencia fue recurrente en las tres prácticas. Lo que más llamó mi atención fue la dificultad de abordar las problemáticas que tienen las familias: madres y padres preocupados por sus hijos que se ven superados por la situación de un contexto social violento, o que adoptan ellos mismos conductas violentas o conductas de riesgo. También se dan situaciones violentas que tienen lugar en el seno familiar. Toda esta experiencia me llevó a pensar una propuesta de prevención de la violencia, a través del diseño de un taller, utilizando a la familia como agente preventivo, especialmente a los padres. Partimos de la idea de que el desarrollo de habilidades socioemocionales en los padres genera vínculos positivos con los hijos, que previenen el desarrollo de conductas violentas y de riesgo en los mismos. Por otro lado, permite desarrollar la resiliencia. Así, hemos estructurado el taller en cinco encuentros que tienen como objetivo fundamental brindar herramientas a los padres para generar vínculos positivos y sentimientos de pertenencia en los hijos, como modo de prevención de la violencia. Además, pretende destacar la importancia de educar en resiliencia y fortalecimiento yoico, ofreciéndole al joven un grupo de pertenencia saludable. Estará dirigido a padres de adolescentes y jóvenes, porque según los testimonios de los psicólogos del Gabinete Psicosocial son numerosos los padres de adolescentes que acuden a ellos solicitando herramientas para su educación.